Mariah Carey, como de costumbre, se esconde a la vista. Maniobrando por el comedor del restaurante Nobu Malibú con un pequeño séquito, lleva grandes gafas de sol, chaqueta de cuero por encima de sus hombros. Arrastrado por el parpadeo de los flashes y los murmullos de la gente de la cena, se sienta conmigo en una mesa apenas iluminada en la terraza exterior del restaurante, con vistas al Océano Pacífico.
Es una noche fresca de verano, pero las lámparas de calor irradian el calor suficiente para quitarse la chaqueta, revelando, así, que no hay mucha ropa. Hay una falda corta de color negro, un sujetador desbordado, y una voluta de top negro. Lo que más se ve al mirarla son tetas y piernas.
«No quería aparecer sin mi chaqueta puesta», explica. «Este atuendo deja mucho que ver».
Carey ha hecho una carrera de divulgar lo que quiere cuando quiere, lo cual no ocurre a menudo. Después de décadas en el centro de atención de los tabloides, su éxito está en separar la mayor parte de su vida por parte del públicos la conoce por cancelar sesiones de fotos y rechazar entrevistas. Un éxito financiero colosal y una diva por excelencia, Carey tiene riquezas que los simples mortales simplemente no se pueden identificar. «No tengo un cumpleaños», bromea cuando se le preguntó sobre haber cumplido 46 en marzo. «Acabo de caer así. Fue una experiencia de cuento de hadas «.
En muchos sentidos, el próximo documental de Carey para E!, Mariah’s World, es una sorpresa. Promete adentrarse en la burbuja de la fama, incluyendo ensayos de su gira europea, su próxima boda con el millonario James Packer y su campaña contra la mala iluminación de los fluorescentes. Pero no será, de acuerdo con Carey, un show al estilo de las Kardashian, quienes, a modo de coincidencia, estaban grabando algo a solo 15 metros de aquí.
«Algunos de nosotros», dice Carey, echando un vistazo a la habitación, «hablamos de otras personas y de lo que hacen, bla bla bla. Pero yo no soy esa persona».
Aún así, la combinación de Carey de glamour, curvas, y el desdén, en lo cual es experta, hacen de Mariah la estrella perfecta del reality. Algunos creen que va a ser embarazoso para ella. Wendy Williams arremetió contra la idea, comparándola con la Whitney de 2005 y su Being Bobby Brown para Bravo. Incluso su amigo, el aclamado director Lee Daniels, está contra esta idea.
«Ella es muy frágil, y ha pasado por mucho», dijo Daniels. «Ha sido utilizada, han abusado de ella… algunas personas no tienen lo que hay que tener para eso, asi que ella lo enmascara siendo coqueta para esconder su nerviosismo, su dolor y que su propia familia abusó de ella. Es una incomprendida».
Días después del lamento de Daniel, Carey posteó un mea culpa en IG y Twitter. El subtexto, sin embargo, fue una clara advertencia a todos los críticos del programa. Ella ha sido famosa desde que tenía 20 años, cuando debutó con su disco homónimo. Tras 26 años en el candelero, dos divorcios, una crisis nerviosa, un regreso, 18 números uno, las preocupaciones por abrirse al público son estúpidas. Tras todo este tiempo, ¿no crees que Mariah Carey no sabe cual es su mejor ángulo?
Fuente: MundoMariah :: Complex
